Por qué registrar tu marca es vital: lo que podemos aprender del caso Frisby (y otros ejemplos igual de fuertes)

Entrar al mundo de los negocios internacionales puede ser emocionante, pero también está lleno de riesgos. Uno de los más grandes —y muchas veces subestimado— es que alguien más se adueñe de tu marca en otro país. Lo que le pasó a Frisby en España es solo un ejemplo más de lo que puede salir mal si no proteges a tiempo uno de los activos más valiosos de tu empresa.

El caso Frisby: un descuido que costó caro

Frisby, la conocida cadena colombiana de pollo frito, se está viendo envuelta en una disputa legal luego de que una empresa española registrara su nombre y elementos gráficos. ¿La razón? La marca no había sido registrada ni usada activamente en ese país, lo que dejó la puerta abierta para que alguien más lo hiciera. Este movimiento puso en juego años de posicionamiento, reputación y valor de marca.

Este caso nos deja una lección clave: si no proteges tu marca donde quieres crecer, alguien más podría adelantarse… y no siempre con buenas intenciones.

No es un caso aislado: Pony Malta y Apple también lo vivieron

Frisby no ha sido la única. Otras marcas de renombre también han tenido que enfrentar pleitos parecidos:

• Pony Malta: Esta bebida tradicional de Colombia fue blanco de una estrategia similar en España. Un particular intentó registrar la marca con el mismo nombre, diseño, tipo de letra y colores. Si la solicitud prospera, podría quedarse con los derechos en ese país, a pesar del peso histórico y emocional que tiene la marca.

• Apple (iPad en China): Sí, hasta los gigantes se ven afectados. Apple tuvo que desembolsar 60 millones de dólares para recuperar los derechos del nombre “iPad” en China, porque una empresa local se les adelantó. El problema se resolvió, pero con un precio muy alto.

¿Por qué registrar tu marca es algo que no puedes dejar para después?

Estas historias nos dejan claro que:

• El registro es tu mejor defensa: Sin él, no tienes herramientas legales para frenar a quienes quieran apropiarse de tu marca.

• Ignorar el tema puede salir carísimo: Perder derechos, entrar en demandas, pagar millones o incluso salirte de un mercado no es un escenario exagerado, es una posibilidad real.

• Tu reputación está en juego: Cuando tu marca queda en manos ajenas, también se pone en riesgo la confianza de tus clientes y todo lo que has construido.

• No basta con registrar en casa: Si tu plan es crecer, también tienes que proteger tu marca en los países donde planeas estar.

Anticiparse, proteger y actuar

El caso de Frisby, junto con los de Pony Malta y Apple, nos deja claro que la propiedad intelectual no es un papeleo más. Es la base para proteger todo lo que representa tu marca. Registrarla, renovarla y demostrar que está activa son pasos clave para evitar sorpresas desagradables más adelante.

En un mundo tan conectado como el actual, anticiparse, proteger y actuar puede marcar la diferencia entre escalar tu negocio... o perder el control de tu propia historia.